Sí, por mucho que nos pese, la montaña es a veces tan sólo cuestión de suerte. Suerte con la disponibilidad en el trabajo, suerte con la méteo, suerte con las condiciones de la montaña. Tu puedes poner todo de tu parte: forma física y mental, un buen compañero de cordada, motivación, pero sin esa pizca de suerte todo se puede ir al traste. Y eso es lo que tuvimos Javi y yo entre el 15 y el 18 de marzo de este año.
El Sentido de la Vida
La semana santa estaba ya encima y las previsiones meteo no eran muy halagüeñas. Después de darle algunas vueltas a la guía del Moussel nos habíamos decido por el macizo del Vignemale, una de las zonas más “alpinas” del Pirineo.
Hacerse 500km desde los madriles hasta el pirineo con una méteo variable y sin condiciones aseguradas puede minar la motivación de cualquiera, pero afortunada mente yo contaba con la sobredosis de ganas de Javi, que no quiso escuchar mis propuestas de sol y roca e insistió hasta convencerme para probar suerte otra vez con el hielo y la nieve.
La idea inicial era como siempre, disfrutar del máximo tiempo posible en montaña, queríamos aproximaciones largas y zonas con ambiente sin demasiado personal, ¿un sueño?, quizás, pero nosotros lo intentamos. Nos fijamos como objetivo el corredor al Clot de la Hount, Dsup. En la línea de lo que estábamos haciendo hasta ahora, pero en lugar de elegir la aproximación más corta al refugio des Oulettes de Gaube, desde Pont d’Espagne, decidimos entrar desde Panticosa, pasando por los Ibones de Brazato hasta el cuello del mismo nombre y luego conectando con el valle del Ara hasta el collado de los Mulos para descender finalmente al refugio. Esta opción disminuía la kilometrada que me tenía que meter yo (Javi venía de Toulouse) y aumentaba la belleza y longitud de la aproximación.
El sábado nos plantamos en la entrada del Balneario, plantamos la furgoneta poco antes del control de seguridad de acceso al Balneario: “Sólo con reserva caballero!” Nos informó amablemente el guarda de la entrada...
El domingo por la mañana amaneció un día espléndido, parecía que la meteo nos sonreía de nuevo y los augurios del INM no iban a cumplirse. Preparamos todos los trastos y a pesar de la escasez de nieve que podíamos observar en cara sur decidimos como en el Aneto, aproximar con esquís, pues la nieve primavera es penosa cuando se reblandece y la aproximación era muy larga para andar perreando con la nieve mucho tiempo.
Atravesar el Balneario fue divertido y triste a la vez, pues no fue evidente encontrar el sendero con la cantidad de obras que había ¿qué pretenden hacer allí? Vimos casi media docena de gruas, un parking gigantesco de varias plantas a medio construir...Aceleramos el paso para dejar atrás el snobismo que se masticaba por todas partes.
Empezando la aproximación
Nos tocó portear los esquís al menos durante una buena hora hasta que por fin pudimos foquear a gusto. La opción de Panticosa empezaba a ser merecida y las vistas y paisajes eran cada vez más hermosos.
Peña Telera al fondo
Tan ensimismados íbamos con la inmensidad del valle que ascendíamos que un despiste nos hizo dar un pequeño rodeo por el embalse de Brazato antes de encontrar el camino correcto hacia el valle del Ara. ¡Qué más daba! No teníamos prisa, y esta vez no había que derretir nieve!
Llegando al embalse de Brazato
Atravesando el Cuello de Brazato empezamos el descenso al Valle del Ara. Nos sorprendió la poca innivación que registraba, la cota de nieve estaba a más de 2000m y aquello parecía un paisaje de finales de Junio más que de mediados de marzo.
Cambio climático
La larga aproximación se iba empezando a notar finalmente pasamos por el Collado des Oulettes pues estaba algo más cargado, ésta última ascensión se me hizo especialmente larga. Al otro lado nos esperaba una visión fantástica: La gran muralla Norte del conjunto del Vignemale, vestida por girones del niebla que le daban un aspecto aún más imponente!
La muralla de Vignemale
En el refugio nos esperaba una acogida estupenda. De hecho una de las mejores que yo me he encontrado. El guarda Jean-Thomas y su compañero siempre con la sonrisa en la boca rápidamente nos pusieron al día sobre las condiciones de la montaña.
El Clot de la Hount estaba seco como la mayoría de los corredores de Vignemale, sin embargo el grupo de jóvenes alpinistas con Simón Elías a la cabeza, acababan de irse y durante su actividad había visto que la cascada de salida del Gaube estaba formada.
¡El Gaube! Javi y yo nos mirábamos, mucha tela para nosotros…pero había que darle un tiento, no siempre se le tiene tan cerca. Además este año apenas si lo había repetido una vez dada las malas condiciones. Dicho y hecho, si el tiempo acompañaba al día siguiente intentaríamos escalarlo.
A las 4 de la mañana sonó la alarma, según Jean la mejor hora para salir eran las 5 así que teníamos una hora para desayunar y mentalzarnos.
La vía: Couloir Gaube a la Pique Longue, MD, IV, 600m
Croquis de la vía
Aproximación:
Aproximadamente 1h hasta el cono de deyección del couloir, a través del plató primero y luego ganado altura evitando los pocos seracs que aún quedan por la derecha.
Escalada:
La nieve estaba bien transformada y no era muy abundante, aun así la rimaya estaba completamente cubierta por lo que no tuvimos dificultades en pasarla.
La pendiente inicial ronda los 45º, al ser la nieve compacta pero no demasiado avanzamos sin encordar mientras el corredor se iba estrechando poco a poco.
Inicio del corredor
Detrás nuestro, un grupo de tres escaladores nos iban comiendo terreno a cada paso, no estaríamos solos en el corredor. Finalmente acabaron alcanzándonos después delos primeros 100m del mismo. Más frescos que nosotros después de la aproximación desde Pont d’Espagne o simplemente más fuertes, les dejamos paso antes del bloque empotrado.
Aún sin cuerda superamos algunos resaltes cortos de hielo sin demasiadas complicaciones.
Resalte
Ambiente!!
Así avanzamos rápidamente hasta encontrarnos con las primeras dificultades reales de la vía: una serie de bloques empotrados y cubiertos de hielo en los que montamos la primera reunión, bien protegidos.
Reunión
Ahora debíamos preocuparnos muy mucho del grupo de tres que teníamos justo encima. Poco a poco, con tiento íbamos avanzando coordinándonos en la medida de lo posible con los de arriba para evitar las piedras y trozos de hielo que a veces rodaban por el corredor.
Monchu escalando en mixto
Poco a poco íbamos vislumbrando la cueva de hielo que domina la cascada de salida del corredor, pero aún no teníamos certeza de que estuviese en buenas condiciones!
Ultimos metros hasta la cascada
Nos toco esperar un buen rato pertrechados bajo un desplome a que el grupo de tres superase la cascada. No podíamos negar que el hecho de no estar solos le restaba algo de ambiente a la escalada, pero también es cierto que nos alivió alguna duda cuando les oímos gritarnos que la cascada se encontraba en condiciones.
Esperando turno
Aprovechando un avalacov que nos dejaron los compañeros, montamos reunión en la base de la cascada. Aquello que veía muy vertical, en particular la entrada, con extrañas formas y abombes. La salida era muy fina y sólo estaba formada por la derecha de la cueva.
El hielo era bueno hasta la repisa debajo de la bóveda de la cueva, pero después se tornaba quebradizo y a los tornillos les costaba morder. Con la cabeza llena de los consejos del maestro Jose, fui poco a poco superándome, mimando el hielo, sin maltratarlo ni aporrearlo. Finalmente me vi superando el láteral de la bóveda y la mayor dificultad. Habíamos salido, habíamos escalado el gaube y sólo unos metros me separaban de una reunión cómoda en roca. Me invadió una enorme felicidad. Pero aún tenía que subir Javi. En ese momento me di cuenta de que, con la tensión del momento me había subido la cámara conmigo y nos íbamos a quedar sin fotos de la casacada!Bueno lo importante son las sensaciones, auque siempre queda esa espinilla de revivir el momento a través de la imagen.
Javi saliendo de la cascada
La alegría nos llenaba, desde la salida del corredor pudimos admirar el afilado perfil del Piton Carré.
Pitón Carré
Aún nos quedaban algunos metros de ascensión hasta la cima de la Pique Longue, estábamos cansados, pero aún teníamos tiempo y había que completar la escalada. Superando una inclinada pendiente entre la Pique y el Clot de la Hount y un tramo fácil de cresta llegamos al vértice geodésico de la Pique Longue. Las vistas eran magníficas, Gavarnie, el Taillón, Telera, lo veíamos todo!
Pique Longue
Ya sólo restaba el descenso al refugio con un estupendo sabor de boca.
Hacia el refugio
Al día siguiente amaneció nevando y con poca visibilidad. Partimos temprano del refugio, junto con unos compañeros alicantinos la mar de majos. La nieve caída nos facilitó el regreso a Panticosa reduciendo en 2h nuestro horario en la ida, pues no tuvimos que quitarnos los esquís en todo el camino.
Tal y como empezaba este artículo, los montañeros debemos poner de nuestra parte para superarnos en montaña, pero a veces hay que agradecerle a esta última que haya sido benevolente, al menos por esta vez.
13 comentarios:
VAMOS YA! Esa pedazo de ruta invernal!!! Felicidades, Kiko.
Buenas Kiko. Suerte con la meteo suerte con las condiciones y mucha motivación fueron la clave, a ver si acabo el artículo y le echas un ojo!
Saludos!
Vamos que nos vamoooooos!....jeje
Por cierto....a ver si cuando paren las lluvias quedamos para aquello que hablamos....voy preparando el arpón! Salud
Enhorabuena por el Couloir de Gaube.
Si te preguntas se es suerte, pues creo que sí. Yo la tuve con mi primer intento, pero dos que vinieron conmigo era su octavo o noveno intento. Parece mentira, pero el que la sigue, la consigue.
Un saludo: GERARDO
Buenas,
Por fin he acabado el artículo que me ha quedado como una diccionario de largo...pero es que merecía la pena contarlo con detalle!
Kiko: Eso está hecho, en cuanto se seque el percal le damos un tiento a esa vía que tenemos pendiente!
Gerardo: Ya lo creo que fue suerte, llegar y besar el santo no pasa todos los días!A ver cuando hacemos algo juntos!
Vaya diá que hos hizo.....que suerte!
ENORABUENA OTRA VEZ
kiko.
No se quien dijo: Cuanto más trabajo en un proyecto más suerte tengo.
Enhorabuena!
Por cierto, una curiosidad.
Veo que lleváis dos cuerdas, material de protección, por lo tanto arneses y aparatos de asegurar.
Cuanto os pesaba la mochila y de cuantos litros era esta?
Salu2
Gracias Vlady.
Sobre el material:
Yo llevaba una mochila Lowe Alpine de 70l y mi compañero una Artiach 60l.
Nunca he pesado la mochila con todo el material dentro, pero yo calculo que para la aproximación al refugio el peso estaría entre 25 y 35 kg. Teniendo en cuenta que llevábamos además del material de escalada (mucho menos que para una vía de roca), saco, comida y hornillo. Quizás debimos coger las cenas en el refu esta vez...
Durante la escalada vamos mucho más ligeros. Con la misma mochila unicamente con las cintas bien comprimidas para que no ocupe ni estorbe a la hora de escalar (detalle importante). Una vez sacado el material de escalada dentro solo queda el agua algunas barritas, unos guantes de recambio y poco más. Nada comparado con el día anterior.
Saludos!
Ah! Olvide mencionar que tambien cargamos con las botas de alpinismo, un poco rollo pero a veces compensa por lo que se gana en comodidad aproximando en esquís.
Felicidades por la actividad y la ruta realizada, con tan buen sabor de boca pareja de activistas.
Te estas poniendo morado este invierno Gui, habrá que exprimir esa forma física, experiencia y ganas de disfrutar.
También muy guapo el articulo, a seguir dándole cañaaaaa.
Salu2
Gracias por la info ;)
Yo si suelo pesarlo, ya que los 25kg creo que ya son limite para mis molidas rodillas ;)
Salu2
Podias poner alguna foto tuya no?
que parece que subi yo solo.
Lastima la foto de la cascada
Gracias Guille por este "peaso" corredor
Buenas Mon,
Joer es lo que tiene llevar la cámara y ser un pesao...que sólo saco buenas tomas del compi...No te quejes que solo he puesto tu lado bueno jeje.
Bueno a ver cuando se nos da tan bien en otra vía!
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