El invierno está aquí (aunque a veces no lo parezca) y empezamos a sentir que se impone un cambio de tercio. Las piernas se revuelven nerviosas exigiendo metros de desnivel. El cuerpo pide menos roca y mochilas más pesadas y el crepitar de los crampones en la nieve helada y el tintineo de los tornillos llena nuestras cabezas. Las tan ansiadas condiciones están llegando así que:
¡Demos la bienvenida que se merece al Alpinismo!
¿Quiere decir esto que aparquemos los pies de gato? No!,ni mucho menos, la montaña invernal requiere condiciones y en espera de éstas ¡buenas son una vías de deportiva, una clásica o algo de bloque par no perder la forma!
Pero los sentidos se centran en las cumbres nevadas, los corredores, las goulottes y cascadas y los duros ascensos con las pieles puestas y las vertiginosas pendientes de nieve virgen.
Y que mejor manera para empezar a cambiar el registro que darse un bonito paseo por Sierra Nevada, despaldas eso si, a esa terrible aberración que es la estación de esquí a lomos del Veleta.
Decidimos entrar en la sierra desde Güejar-Sierra, por el Camino de la Estrella que recorre la garganta del río Genil.
¡Demos la bienvenida que se merece al Alpinismo!
¿Quiere decir esto que aparquemos los pies de gato? No!,ni mucho menos, la montaña invernal requiere condiciones y en espera de éstas ¡buenas son una vías de deportiva, una clásica o algo de bloque par no perder la forma!
Pero los sentidos se centran en las cumbres nevadas, los corredores, las goulottes y cascadas y los duros ascensos con las pieles puestas y las vertiginosas pendientes de nieve virgen.
Y que mejor manera para empezar a cambiar el registro que darse un bonito paseo por Sierra Nevada, despaldas eso si, a esa terrible aberración que es la estación de esquí a lomos del Veleta.
Decidimos entrar en la sierra desde Güejar-Sierra, por el Camino de la Estrella que recorre la garganta del río Genil.
Camino de la Estrella
Dejamos el coche en el Charcón (1000m) con la intención de llegar hasta el refugio-vivac de Piedra Partida por la Cuesta de los Presidiarios, sin embargo empezamos a andar demasiado tarde y como los días son cortos acabamos vivaqueando en el Corral de la Umbría (1900m).
Disfrutamos del atardecer tranquilo rodeados de calma y soledad con las caras norte del Veleta, Mulhacén y Alcazaba como sola compañía.
Norte del Mulhacen
Las Nortes y Raquel
Al día siguiente esperamos a que los primeros rayos hicieran su aparición para atacar la Loma del calvario.
Amanecer en el Valle
Enseguida dejamos atrás la poca vegetación (pinos y cipreses) para dar paso a una loma yerma donde el camino, jalonado de algunos hitos dispersos serpenteaba, desaparecía y volvía a aparecer a cada paso.
Loma del Calvario
La cota de nieve estaba alta, a unos 2300/2500m en las caras norte y más alta aún en las sur. En unas tres horas superamos los 1000m de desnivel que nos separaban de la Cuneta de Vacares, donde se acumulaba ya algo más de nieve.
Cuneta de Vacares
El día era espléndido y el cielo azul brillante sólo se veía surcado por las estelas dejadas por los abundantes aviones que cruzan la Sierra a cada momento. Sin embargo podíamos escuchar el viento soplar con fuerza en el cordal que forman la Alcazaba con el Pico del Cuervo y el Puntal de los Cuartos.
Era el momento de encaramarse a la loma y sentir en nuestros rostros el principio del invierno.
Era el momento de encaramarse a la loma y sentir en nuestros rostros el principio del invierno.
Llegando al cordal
Recorrimos el cordal hacia el Pico Cuervo (3145m), cruzándonos con algún que otro grupo de andarines en dirección opuesta. Se trata de una amplia loma en la que raramente hay que utilizar las manos para superar algún bloque. Apenas si tenía nieve, aunque pudimos suponer que debido a su exposición y por la forma en que era venteada, más adelante se formarían buenas costras de hielo y verglás que requerirían el uso de crampones imperativamente.
Recorriendo el Cordal con la Alcazaba al fondo
Pasado el Pico Cuervo descendimos hasta el Colado de las Buitreras, desde donde decidimos, en vista de la escasez de agua que ya sufríamos, dejar la cuerda en la que nos encontrábamos y descender hacia nuestro vivac en el Corral de la Umbría.
Nos esperaba un largo descenso de 1000m al principio través de un incómodo canchal siguiendo un riachuelo congelado y sin nombre que más abajo se convierte en el río Vadillo.
Nos esperaba un largo descenso de 1000m al principio través de un incómodo canchal siguiendo un riachuelo congelado y sin nombre que más abajo se convierte en el río Vadillo.
En el descenso
Canchal durante la bajada
Hacia el valle
Sin perder de vista el arroyo descendemos hasta que el terreno que vuelve más agradable, recogemos el ansiado agua y proseguimos nuestro camino dejando a un lado la empinada subida al refugio de Peña Partida a través de un bosque de pinos silvestres que nos recuerda a la Pedriza.
Por fin la hierba!
A lo largo del descenso el sol se va ocultando por detrás de las lomas del Veleta y como bien prevé Jose, nos regala unos resplandores de fuego reflejados en las nubes. Gran final para un día en el monte.
Arde la Sierra (“Jose”)
Con la frontal puesta llegamos por fin al Corral, son las 19h y hace exactamente 10h que lo habíamos dejado. La temperatura es mejor que el día anterior y disfrutamos de una “copiosa” cena comentando las cosas del día, de la vida y de futuras montañas.
3 comentarios:
Buena ruta, sí señor.
Efectivamente ya llegan las ganas de cramponear y usar los piolos.
Slds.
gracias Fer, muy bonito y solitario. Las nortes se veían aún algo secas en algunas partes y con esa roca no se puede uno meter antes de tiempo. Pero por Pirineos parece que ya cae!!
Nos vemos!
Ke potito, que tiempo mas bueno y paisajes más bonitos.
Buena actividad disfrutando del todo.
Publicar un comentario